02 Dic Iraníes son condenados a juicio por haber aceptado a Jesús
Doce personas convertidas al cristianismo, entre ellas una actualmente detenida por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), debían comparecer ante el tribunal de Nowshahr tras ser acusadas de identificarse como cristianos durante su defensa.
Estas personas forman parte de un grupo mayor que fue arrestado en la Navidad pasada por agentes del Ministerio de Inteligencia en Nowshahr y la cercana Chalus.
Tres de los cristianos convocados, Jahangir Alikhani, Hamed Malamiri y Gholam Eshaghi, fueron detenidos nuevamente en septiembre y liberados bajo fianza el 17 de noviembre después de casi dos meses de encarcelamiento.
Ese mismo día, otro de los convocados, Javad Amini, fue arrestado junto con su tío en un incidente violento donde los agentes del IRGC irrumpieron en su automóvil y en su hogar, causando miedo a su familia; su esposa fue interrogada tras el suceso.
Jahangir, Hamed y Gholam fueron sometidos a tortura física y psicológica durante interrogatorios prolongados, donde se les obligó a escribir cartas renunciando a su fe cristiana para poder conseguir su liberación. El mes pasado, los 12 cristianos fueron citados por el Ministerio Público para defenderse de acusaciones de “propagar una religión contraria al Islam” y “colaborar con gobiernos extranjeros”.
Fueron llamados a comparecer ante la Sección Primera del Tribunal Revolucionario de Nowshahr el 10 de noviembre, pero la audiencia se pospuso debido a la ausencia de algunos acusados.
La acusación, respaldada por mensajes en sus teléfonos y literatura cristiana en su posesión, se basa en el artículo 500 modificado del Código Penal, bajo el cual varios cristianos han recibido largas penas de prisión, lo que representa un “ataque total a la libertad religiosa”.
El fiscal afirmó que los 12 acusados habían “creado grupos para enseñar la religión cristiana”, lo que los llevó a ser considerados culpables de un delito. Aunque la República Islámica de Irán asegura proteger los derechos de los cristianos, los conversos no son reconocidos como tal y continúan siendo encarcelados por su identidad religiosa, como lo demuestra la acusación reciente, según Artículo 18.
Recientemente, una nueva resolución de la ONU instó a Irán a cesar la vigilancia de las personas por su identidad religiosa y a liberar a todos los practicantes religiosos encarcelados por su afiliación. La resolución exige que se garantice el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, en concordancia con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.