26 Abr Este es el principal obstáculo a la productividad en Bogotá, según el Banco Mundial
La capital colombiana juega un papel esencial en el rendimiento económico nacional y en la forma en que Colombia se destaca en el ámbito internacional
Una reciente publicación del Banco Mundial encendió las alertas respecto a la baja productividad observada actualmente en América Latina, situación que resalta ante el crecimiento demográfico que experimenta gran parte del continente y que, en teoría, debería traducirse en un incremento de la oferta laboral.
El documento, titulado “La evolución geográfica de la productividad y el empleo”, destacó cómo las principales ciudades latinoamericanas se enfrentan a obstáculos que limitan su potencial productivo, debido a la elevada densidad de habitantes.
Los expertos identifican varios factores adversos causados por la alta concentración poblacional, como lo son la congestión de tráfico, el incremento en los niveles de criminalidad, una competencia marcada por la informalidad y una segmentación considerable en el mercado inmobiliario. El análisis revela que un 80% de la población latinoamericana reside en grandes urbes o centros urbanos, correspondiendo esto a cerca del 40% de la población que vive en ciudades con poblaciones que superan el millón de habitantes.
El informe indicó que problemas relacionados con la conectividad, la insuficiencia de infraestructuras adecuadas para la movilidad y el desorden vehicular son factores que han posicionado a Bogotá entre las ciudades con mayor congestión a nivel mundial, lista en la que también se encuentran Ciudad de México, Ciudad de Guatemala, Ciudad de Panamá y Santo Domingo. Estas ciudades padecen lo que el estudio denomina “la maldición de la distancia”.
“Si bien la congestión del tráfico reduce los beneficios de la aglomeración para todas las empresas, este efecto es mucho más acentuado en el caso de las empresas de servicios y las empresas locales, más pequeñas y de menor trayectoria, que operan en el mercado interno”, explica el Banco Mundial.
El análisis también resalta una preocupación particular sobre el perfil productivo de las 15 ciudades más relevantes del continente, las cuales parecen enfocarse en sectores de servicios no comercializables en lugar de contribuir significativamente a la producción.
Un último punto tratado en el estudio aborda cómo las divisiones dentro de las urbes y las distancias marcadas entre diferentes zonas impactan negativamente la productividad en la región, influenciando aspectos como la educación, la salud, la igualdad de oportunidades, la movilidad social, el flujo de información y el capital social, según concluyen los especialistas del Banco Mundial.
Impacto de la productividad en Bogotá
La productividad de Bogotá, como capital de Colombia, es un factor crítico tanto para el desempeño económico del país como para su posicionamiento en el escenario global. Como núcleo urbano más grande de Colombia y uno de los más importantes de América Latina, Bogotá concentra una porción significativa de la actividad económica, industrial, y de servicios del país. Esto incluye desde sectores financieros y corporativos hasta la innovación y la tecnología, además de ser un centro cultural y político primordial.
La importancia de la productividad de Bogotá radica en varios frentes. Primero, la ciudad es un motor económico que impulsa el crecimiento nacional y afecta directamente el PIB de Colombia. Una capital productiva significa mejor desempeño en términos de inversiones, generación de empleo y calidad de vida para sus habitantes. Esto, a su vez, atrae a más empresas y talento, creando un ciclo virtuoso de crecimiento y desarrollo.
Además, en términos de desarrollo social y calidad de vida, una Bogotá productiva puede ofrecer mejores servicios públicos, desde educación y salud hasta seguridad y transporte. Esto es vital para abordar algunos de los desafíos urbanos más apremiantes, como la congestión vehicular y la desigualdad, y para fomentar una sociedad más inclusiva y equitativa.
Finalmente, la productividad en Bogotá es esencial para la sostenibilidad y la innovación. Una ciudad que logra ser eficiente y productiva es capaz de invertir en soluciones sostenibles y tecnologías innovadoras que pueden enfrentar los desafíos del siglo XXI, como el cambio climático y la rápida urbanización, creando un modelo a seguir para otras ciudades del país y de la región.